La aspirante mallorquina, una carnicera en paro de 31 años, se ha convertido en la nueva ganadora del talent culinario en una espectacular final en la que se ha enfrentado a Mateo. “Tienes un ángel, eres pura intuición. El resultado de tu plato es extraordinario. Tienes un don”, han comentado los hermanos Roca sobre Vicky y su cocina.
Tras cuatro meses de esfuerzo, 17.000 kilómetros y casi cuatro toneladas de cebollas, Vicky se ha erigido como la ganadora de la segunda edición de MasterChef en una espectacular final, emitida el miércoles en TVE, en la que se enfrentaba a Mateo. La concursante mallorquina, una carnicera en paro de 31 años, ha conseguido el sueño de convertirse en la nueva ganadora del talent culinario más duro del mundo, producido por Shine Iberia.
La intuición de Vicky se ha impuesto finalmente a la tradición de Mateo, el benjamín de esta temporada, en el último reto en el que han participado Joan y Jordi Roca (El Celler de Can Roca, tres estrellas Michelin y segundo mejor restaurante del mundo según la revista Restaurant), catando y valorando, junto al jurado, las creaciones de la noche.
En esta noche tan especial, Vicky optó por abrir boca con una ensalada de espárragos con vinagreta de mostaza y esferificaciones de alcaparra. Incluso Jordi Roca bromeó con copiarle las esferificaciones de alcaparras, algo que nunca habían visto los chefs: “Técnicamente está muy bien hecha. Te la voy a copiar”. De segundo plato, preparó raya asada con mantequilla de tomate y arroz negro y, como colofón, una mousse de aguacate con jengibre y coulis de piña con bombón de queso. El postre fue uno de los platos que más sorprendió al jurado y a los hermanos Roca que, además, estaba inspirado en una receta que Vicky encontró en un los libros de Jordi Roca.
“No imaginaba que fuera tan fresco. Está muy bueno. Me alegro muchísimo de haberte inspirado”, ha valorado el repostero catalán tras probar la mousse. “Tienes un ángel, eres pura intuición. El resultado de tu plato es extraordinario. Tienes un don”, reconocieron los hermanos Roca.
Por su parte, Mateo estuvo a un paso de alcanzar la gloria con una crema de borrajas con berberechos y parmentier de patata, becada al chilindrón y, de postre, experiencia laurentina (bichoco de anís, helado de albahaca y melocotón con vino), una receta de su bisabuela que conquistó el estómago del jurado. “Está muy bueno, la textura del helado es espectacular. Celebro que puedas apelar a explicar cosas de tu memoria, de tu entorno, de tus vivencias, a través de un postre. Me parece fantástico”, alabó el chef Joan Roca.
“Nunca hubiera pensado que fueseis capaces de hacer los tres platos que nos habéis presentado. Ya no soy simples aficionados a la cocina, ahora os podemos llamar chefs”, dijo Pepe Rodríguez antes de pedir a los finalistas que se pusieran en el estrado de los cocineros. “Este jurado está muy orgulloso de vosotros. Sois buenos cocineros pero además, y lo más importante, es que sois buenas personas. Y eso os va a valer en la cocina como en todo lo que hagáis en la vida. Esta decisión ha sido muy difícil de tomar porque solo puede haber un ganador”.
Para Vicky la cocina es una pasión. Le encanta cocinar y su especialidad son los platos tradicionales como ha demostrado a lo largo del concurso. En multitud de ocasiones el jurado alabó sus elaboraciones. La tarta de limón, los macarons, las chuletitas de cordero pré-salé y la pantera rosa fueron algunos de los platos que le hicieron ganar la capitanía. “MasterChef es la prueba de que los sueños se hacen realidad. Si confías en ti misma y no te rindes, puedes”, manifestó Vicky nada más sujetar el trofeo que la acredita como la nueva ganadora de MasterChef España.
Todo trabajo merece una compensación, y el de Vicky le ha valido 100.000 euros, publicar su propio libro de recetas y cursar le Grand Diplôme en la escuela de cocina Le Cordon Bleu.
El pasado miércoles 16, Vicky y Mateo fueron proclamados finalistas, ante casi 3,2 millones de espectadores, un 22,4% de cuota. El minuto de oro fue a las 00.31 horas, con 3.862.000 espectadores y el 35% de share (datos de Kantar Media). Casi siete millones de personas vieron algún minuto del programa en el que Emil y Cristóbal fueron eliminados. En redes sociales también fue un éxito absoluto, con más de 70.000 comentarios sobre el programa en Twitter (datos proporcionados por GlobalinMedia).
En julio del año pasado, más de 5,5 millones de espectadores se reunieron frente al televisor para ser testigos de la victoria de Juanma y en enero de este año, 4,4 millones siguieron el momento en que Mario se convertía en el primer MasterChef Junior. A día de hoy, cerca de 35 millones de españoles, casi un 80% de la población, ha visto alguno de los programas de MasterChef o MasterChef Junior.
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