Beatriz Trapote se ha quedado a las puertas de la final. La reportera no ha podido con Marijo y se ha convertido en la decimotercera expulsada de ‘Supervivientes: Perdidos en Nicaragua’. La concursante se ha tomado muy bien la noticia y ha asegurado estar muy orgullosa de sí misma por haber pasado de querer morirse en la isla a aguantar durante once semanas.
La audiencia soberana ha decidido que Beatriz Trapote debía quedarse a un paso de la deseada final y ha optado por salvar a Marijo . Como algunos de los supervivientes ya dijeron en su día, es probable que aquel público que sancionó a la reportera dejándola en el concurso cuando lo que más deseaba en su vida era volver a España, ahora ha vuelto a castigarla dejándola a las puertas del ansiado premio.
La primera palabra de Trapote tras escuchar de la voz de Jesús Vázquez que ella era la decimotercera expulsada fue un ‘enhorabuena’ para María José . Pero segundos después, la superviviente reaccionó y pidió al presentador unas palabras para despedirse de todos sus compañeros:
«Para mí es un orgullo haber llegado hasta aquí. Me alegro mucho por Marijo. Mi niña ha sido Debbie, mi gran apoyo y la gran finalista de este concurso. Estoy muy contenta porque dejo aquí grandes supervivientes. A Malena también me ha encantado conocerla porque sé que tengo una amiga dentro y fuera del concurso. A Parri y a María José decirles que mucha suerte y que todo quede en la isla, que el rencor no vale para nada.
Quiero darle también las gracias a la audiencia, porque me ha mantenido aquí desde la cuarta semana. Un recuerdo a mis compis que está fuera, que ya brindaré con ellos cuando llegue a España. Gracias a la organización por esta experiencia. Me llevo lo mejor y lo más positivo, a mis amigos como Debbie o Malena y el poder volver a ver a mi familia. Viva España y las tortillas de patatas».
El discurso de Trapote aún no había llegado a su fin, la periodista tenía mucho más que contar antes de llegar a España. Por eso, una vez fuera del refugio le contó a Jesús Vázquez que para ella haber aguantado hasta las puertas de la final es «un orgullo». Beatriz reconoció que hasta la cuarta semana de concurso estuvo «derrumbada» y «muriéndose» porque quería volver a España, pero gracias a «la capacidad» de su mente logró superarse.
En cuanto a su rival, María José, Trapote aseguró que había sido «un honor» perder contra ella. «Sabía que ella es un peso pesado pero, aunque sigo diciendo que es muy trabajadora y ha demostrado ser muy buena superviviente, sigo pensando que su papel ha sido muy exagerado. Vuelvo a repetir que hay que hacer una edición de ‘Supervivientes: Perdidos en Nicaragua. Marijo, segunda parte'», añadió Beatriz.
Un mensaje de amor para Víctor Janeiro
«Ha sido una de las cosas que más me ha afectado, el estar lejos de Víctor, y más ahora sabiendo que está en plena temporada y que me puede necesitar. Yo sé que él también me ha echado de menos y nada, decirle, ‘cariño, que voy para allá'».
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