Las vidas de Hugo en las dos realidades no pueden ser más distintas. En la isla es un joven atormentado por su mala suerte, olvidado por una familia que derrocha su dinero y ninguneado por el resto de supervivientes del vuelo 815. En Los Angeles es un afortunado hombre de negocios al que la vida le sonríe, y al que nunca le ha sucedido nada malo. Tan solo hay una cosa en común entre estas dos dimensiones: la ausencia de Libby. Dos mundos radicalmente opuestos que, tras la revelación de Desmond, podrían chocar en cualquier momento.
En el episodio de esta semana, titulado Todos quieren a Hugo (en oposición al episodio de la segunda temporada Todos odian a Hugo), Hurley se pregunta cuál va a ser el próximo movimiento de su grupo, y Locke recibe con curiosidad una nueva incorporación en su grupo. El capítulo, con el que ya sólo quedan seis entregas para el final definitivo, ha sido dirigido por Dan Attias (House, Anatomía de Grey, The Wire).
En Todos quieren a Hugo (6ª temporada), el grupo protegido por Ilana y guiado por Richard Alpert aún no se ha puesto de acuerdo sobre qué deben hacer. La propuesta de Richard, eliminar el único medio de salida de la isla, parece demasiado arriesgada para muchos. Dos acontecimientos dramáticos y completamente inesperados provocarán que Hugo sea el que tome el liderazgo. Pero para ello tendrá que convencer a todos de que su plan, aunque suene descabellado, es lo mejor para todos.
Y en la otra realidad, la suerte acompaña a Hugo. Es un empresario de éxito y famoso en todo el país, que colabora en proyectos benéficos.
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