Saray se pasó su cumpleaños llorando porque tenía la duda de si nominar o no a su ex, algo que al final hizo.
La azafata habló con su ex, Iván, y le dijo que se sentía fatal por haberle nominado, él no le dio mucha importancia: «no te preocupes, porque yo no te fuera a nominar no significa que tú no me tengas que nominar«. Esto hizo que Saray se sientiera peor después de haber pasado una semana muy tranquila en la casa.
Afortunadamente para ella, su nominación no subió al marcador porque ni ella ni Nacho encestaron, lo que en parte supuso sacarse un peso de encima aunque ahora se arrepienta de su intención.
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