Hace ya 30 días que tres familias españolas, los Moreno, los Rovira y los Segura, se embarcaron en el viaje de sus vidas sin saber muy bien su destino pero sí el objetivo. Convivir durante un mes con una tribu, acatar sus normas y costumbre para ser uno más de ella. Han sido algo más de cuatro semanas en las que más de uno ha estado a punto de tirar la toalla y volver a casa pero al final el doble premio merecía la pena: la experiencia vivida y 150.000 euros a repartir entre las familias aceptadas.
El de hoy, el desenlace, ha sido un programa de contrastes. Emoción, nervios, alegría, lloros, despedidas y alegrías. Las tribus han dado su veredicto ¿Merecían las familias ser aceptadas? ¿Cuál es tu opinión? los jefes hamer, kamoro y nakulamené lo han tenido claro. El cambio de las familias en estos 30 días ha sido abismal y así se lo han trasmitido a sus huéspedes. Ha habido momentos, comentarios… que les han podido doler por menospreciar sus costumbres pero al final el esfuerzo y la ilusión ha pesado más.
Con la alegría de saber que las tres familias habían cumplido su objetivo ha llegado el momento de los lloros y la tristeza; llegaba la hora de la despedida. ¿Volverán las tribus a ver a las familias? Todos sabían que será complicado…
Y siguiendo con los contrastes las familias han pasado de lo mínimo a lo máximo; de las tribus a hoteles de lujo donde no han podido echar la vista atrás y recordar su paso por el programa pero también alucinar con todo tipo de comodidades. La ducha,la cama o sus ropas volvían a su vida. Eso sí, ellos mismos han apreciado un cambio psicológico y físico en ellos mismos.
Blog Cuatro
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