Cambio de día
Como anunció ayer la propia Pilar Rubio, «MQB» pasará a emitirse en el prime time de los martes por lo que «Cántame una canción» tendrá que buscar otro hueco en la parrilla o aplazarse hasta que se acabe el concurso.
Con esta nueva estrategia, Telecinco pretende hacerle frente a series del calibre de Karabudjan o House y a programas de la talla de «Españoles en el mundo» consolidado como el programa más visto de los martes.
Belén se enfrenta al jurado
Lo que comenzó como un correcto intercambio de opiniones entre Víctor Ullate y Belén Esteban se convirtió en una discusión en la que la concursante reprochaba al jurado que pidiese al público que la nominara. Víctor Ullate y Aída Gómez creen que no ha evolucionado a lo largo del concurso, parecía que la Esteban iba a abandonar pero, una vez más, el público la salvó y ella lo celebró con una irónica reverencia al jurado.
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Gala a gala, la tensión aumenta. El jurado no aprecia evolución en Belén Esteban mientras ella asegura esforzarse por mejorar. Pero esta semana, a la Esteban le ha tocado un ritmo que no le gusta nada, el quickstep: «Es horroroso, no me gusta nada, me parece una horterada de baile…», se quejaba. El enfado de Belén aumentaba a medida que el ensayo avanzaba, «no me gusta tanto salto la Virgen». Poty le recordaba que está en un programa de baile «quien tiene que ganar el que mejor baile», pero Belén tenía la respuesta preparada: «Que me nominen y me echen».
A pesar de lo ocurrido durante los ensayos, la Esteban bailó. Antes de que el jurado diese su valoración, la quería comentar las palabras de Víctor Ullate la pasada semana cuando opinaba que los cuatro concursantes nominados por el público (Juan García, Edurne, El Sevilla y Víctor Janeiro) eran los que mejor bailaban.
A la Esteban no le sentó nada bien este comentario. Admite que el jurado tenga favoritos, ella también los tiene: Víctor Janeiro y Edurne, pero quiere dejar claro que todos los concursantes se esfuerzan. Asegura sorprenderse del apoyo que el público le demuestra: «A lo mejor bailo bien o mal, pero a lo mejor tengo otras cualidades y, por eso, la gente me vota», decía. Pero Víctor Ullate no está de acuerdo: «Esto es un programa de baile y realmente lo que hay que votar es el baile, no quiero decir que tenga algo contra ti», explicaba. La Esteban esperaba esta respuesta y replicó: «Esto es como el fútbol, que no siempre gana el mejor», pero el jurado se mantenía firme en su opinión.
Pasado el turno de Víctor Ullate, le tocó a Aída Gómez. La jurado quería dejar claro que nadie en esa mesa tenía nada en contra de Belén Esteban, pero han de ser «sinceros». Según su punto de vista, no todos se han esforzado igual y, ante estas palabras, el gesto de Belén cambió: «No me pongas caras», rogaba Aída; «sí te pongo caras», replicaba la Esteban. La jurado continuó con su exposición, cree que Belén «no se deja coreografiar» y le pedía que respetara el trabajo de Poty, el coreógrafo del programa. Y, para concluir, le decía: «Me encantaría que ganárais todos porque estás con ONG’s, pero este es un programa de baile y tú no has evolucionado, te lo tengo que decir, lo siento Belén».
La concursante tomó la réplica: «También estoy de acuerdo pero las cosas se dicen de otra manera». En este punto se desató el caos en el plató: Aída Gómez negaba con los brazos pidiendo la palabra, unos miraban a un lado, otros hacia otro… Y Boris Izaguirre intentaba calmar los ánimos. Ullate retomó la palabra para responder a Belén: «Dije que había que evaluar el esfuerzo y el trabajo, no dije que no trabajáseis. Allí tienes a Helen que trabaja, Carmen que se ve una evolución, quizá en quien no se ve evolución es en ti, te lo he dicho con cariño y respeto porque quería verte disfrutar».
Con estas palabras, Belén Esteban empezó a andar y dijo tajante: «Creo que Belén Esteban en este programa ya no tiene nada más que hacer», y dejó el micro sobre la mesa del jurado. Boris Izaguirre corrió raudo tras ella para evitar su marcha: «Televisivamente, hoy nos has dado uno mde los mejores momentos, ojalá puedas bailar ese rock and roll esta noche».
Pero no se produjo ningún abandono. La Esteban se enfrentó a las nominaciones del público que, una vez más, le libraron de la zona de peligro. La Esteban saltó, dio grititos de alegría, dijo «gracias» una y otra vez e hizo una irónica reverencia al jurado. Ante este gesto, Aída Gómez respondió con otra reverencia, Víctor Ullate miraba a un lado y Joana Subirana no daba crédito.
Una nueva expulsión: Helen Lindes
La modelo llegó con dos objetivos a ‘¡MQB!’: Aprender a bailar y colaborar con la ONG Infancia Solidaria, y ha conseguido ambos. Helen Lindes ha disfrutado bailando, ha evolucionado día a día y ha conseguido arrancar las alabanzas del jurado. Sin embargo, no ha sido suficiente y Helen se ha convertido en la tercer expulsada del concurso.
Desde el principio, Helen Lindes quiso bailar. Ensayó, se esforzó, aprendió giros, imposibles portés, sus piernas se movían cada vez más rápidas, la coordinación dejó de ser un problema… Evolucionaba día a día, pero no al ritmo que el jurado le pedía. Llegó un momento en que la modelo se vio frustrada ya que no creía que el jurado valorase su gran esfuerzo: «Se han portado mal conmigo», decía desde el backstage.
Y sus quejas surtieron efecto. Helen Lindes volvió a esforzarse, dio todo de sí y bailó mejor que nunca. Consiguió el sobresaliente del jurado y la audiencia le eligió como ganadora. Con ello consiguió su objetivo: Colaborar en su proyecto benéfico.
Tras el triunfo, con la moral por las nubes, la modelo siguió bailando, algo más confiada pero también preocupada por mantener el listón alto y lo consiguió. Helen llegaba a la duodécima gala de ‘¡MQB!’ con la intención de seguir bailando, estaba eufórica y deseando conseguir su puesto en la final pero el rock and roll que le tocaba le daba miedo ¿El motivo? Las seis piruetas con las que modelo tendría que sobrevolar el plató. Pero la dificultad no le asusta, cree que es un símbolo de la confianza que el jurado ha depositado en ella.
La modelo bailó, hizo sus acrobacias y no se tuvo ni un momento de duda. Pilar Rubio se mostraba tan impresionada como la propia Helen: «Pensaba quei ba a ser incapaz y me han salido, me siento muy bien, satisfecha». También el jurado al completo alababa su trabajo, Joana Subirana destacaba la coordinación de sus piruetas y Boris Izaguirre le animaba a arrebatar al público quebrando sus propias barreras.
Pero el apoyo del jurado no bastó. El público, con sus votos, situaba a Helen en zona de peligro y la modelo tuvo que enfrentarse a su segundo baile, un tema disco. Pero el jurado no le salvó y el público decidió que fuera ella la tercera expulsada del concurso.
Helen Lindes resume su paso por el concurso como una de sus mejores experiencias. Se siente satisfecha por haber evolucionado gala a gala, contenta por haberse superado, «lo repetiría una y mil veces», decía. Además, se va contenta porque con su expulsión gana 10.000 euros para su proyecto benéfico: la ONG Infancia solidaria, un proyecto que dedica atención médica a niños del tercer mundo que necesitan intervenciones.
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