Los Merino vuelven a tener problemas para controlar la canoa y necesitan la ayuda de los Shiwiar para poder salir del río
En Togo, Elio y Lyz deben casarse por el rito Tamberma para completar su proceso de madurez
Los Suri lanzan un ultimátum a los Navarro: Isa deberá raparse el pelo para ser aceptada por la tribu
Después de duras semanas viviendo en condiciones extremas, sin apenas comodidades y bajo las estrictas normas de sus anfitriones, las tres familias se enfrentan a los últimos desafíos en la penúltima entrega de “Perdidos en la tribu”, presentada por Raquel Sánchez Silva, que Cuatro ofrecerá mañana martes, a partir de las 22:30 horas.
Los últimos desafíos
En el Amazonas, la familia Merino confía cada vez más en sus posibilidades. Creen que han realizado un gran esfuerzo durante la convivencia con los Shiwiar y están satisfechos con su trabajo. Pero a la hora de demostrar su capacidad de sobrevivir en el río con la canoa, la confianza les juega una mala pasada: la canoa se descontrola de nuevo y la tribu se ve obligada a acudir a su rescate para que puedan salir del río.
En Togo, los Berhanyer siguen mejorando su convivencia con los Tamberma. A pesar de las temperaturas extremas y de la dificultad de la tarea, Juan Carlos trabaja en el campo como un miembro más de la tribu. Elio y Lyz, por su parte, deben casarse mediante el rito Tamberma para completar su proceso de madurez. Sin embargo, hay una persona de la familia que continúa teniendo problemas para adaptarse: Marie.
En Etiopía, la situación de los Navarro es algo más complicada, ya que Isa se niega a cumplir con una tradición Suri. Tras una dura deliberación, deciden lanzarle el mismo ultimátum que le plantearon a Marie: si Isa quiere ser una mujer más de la tribu tendrá que raparse la cabeza.
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