Porque cada madre afronta la llegada de su hijo de forma diferente, porque parir puede ser una aventura… Baby boom se despide mañana en laSexta con tres emocionantes historias.
Ser madre soltera es duro. Y más, serlo cuando se sabe la última oportunidad. Francina tiene 40 años y afronta la llegada de su hija en soledad. “Me gustaría más haber compartido esta experiencia con un padre, y lo echo de menos, pero ha sido así. No pasa nada. Me da pena que la niña no pueda tener hermanos. No sé. Espero algún día poderle dar un padre”.
Francina entra a la Maternidad del Gregorio Marañón con un parto programado…y sola. Prefiere pasar estos momentos sin compañía, pero según se alarga su ingreso, una amiga será su mejor apoyo. Con Francina está Ramón. Es matrón, algo poco usual. “Es que la sociedad ha metido a la mujer en el rol de cuidadora, pero los hombres poco a poco vamos metiendo la cabeza”. Después de prácticamente 48 horas en el hospital, Francina rompe a llorar de cansancio y dolor. ¿Tendrá el parto que se había imaginado?
Valeriaes brasileña y lleva ocho años en España. Siete de ellos como interna en la cárcel de mujeres de Soto del Real, en Madrid. “Tenía 23 años y me ofrecieron venir a España de otra manera. Traía 680 gramos de cocaína”. La madre de Valeria, venida desde Brasil, se enterará ahora del motivo por el que Valeria no fue a visitar a la familia durante todos estos años, ni siquiera en Navidad.
“Mi madre me dijo que tenía dos caminos, el cementerio o la cárcel. La noticia del nacimiento de Julia para mí empezó a escribir un capítulo totalmente diferente”, explica Valeria. “Conocí al padre de Julia Camila en una página web… cuando le llamé para la ecografía donde nos iban a decir el sexo del bebé me dijo que no era capaz”. Así que Valeria entra a dar a luz en compañía de Joana, una amiga del alma. Optimista hasta el final, reconoce que el nacimiento de su hija es otra forma de empezar. Sin embargo, Julia Camila no parece que le vaya a ponérselo fácil.
“Si nace hoy, se llamará Leire. Si nace mañana, Martina. Y si nace pasado, Rebeca. Pero, ¿pasado no, no?” La que pregunta a la matrona es Marina. Mientras espera en paritorio con su pareja, Daniel, canta canciones infantiles y hasta se atreve con “Chiquitita” de Abba. Para esta pareja, que se conoció dentro de su grupo de amigos, la paternidad representa sobre todo miedo. “Estamos cagados”, dice Marina riéndose, aunque no lo demuestre en las horas previas a su parto, cuando repite sin cesar lo que le apetecen “unas porritas”.
Marina considera que la analgesia epidural es “la santa epidural” aunque cuando se acerca el momento más esperado, no puede evitar el dolor. Con tanta propuesta de nombres, ¿cómo se llamará la hija de Daniel y Marina?
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