¿Cómo ha sido tu llegada a los Deportes de Antena 3?
¡Indoloro! Califico estos dos meses cómo muy positivos. Es otro ritmo, otra duración, otro tono. Un registro más, y muy distinto a los que había hecho hasta el momento. Siempre me ha gustado el deporte y la verdad es que estoy disfrutando de esta nueva faceta e intentando absorber y aprender de mis compañeros (los que dan la cara qué ahora son: Manu Sánchez, Óscar Castellanos y Javier Alba) y los que están detrás. Me han acogido y arropado muy bien. Estoy muy agradecida a Antena3 y esto es un regalo que quiero disfrutar al 100%. Lástima que tengamos poquito tiempo en deportes porque pasa volando y hay tanto qué contar…
Eres muy perfeccionista. ¿Has tenido que estudiar mucho para presentar los deportes?
Nadie nace sabiendo. Me pasó con las motos. Sabía algo sobre “las dos ruedas” pero en el instante en que me comprometí me puse a estudiar cómo loca. Me impliqué tanto que se convirtió en una sana adicción. Ahora procuro estar al día de toda la actualidad deportiva, claro.
Supongo que te pasó lo mismo con el tenis…
Con el tenis me pasó igual. Había visto partidos en la tele, pero en directo sólo uno (Nadal-Dolgopolov en la Caja Mágica). Tuve que estudiar un montón y me enganché. Además siempre he tenido la suerte de estar rodeada de grandes profesionales y compañeros. Mis “hombres tenis” también me ayudaron mucho. Procuro apasionarme con todo lo que hago. Y hasta ahora… ha funcionado.
Y tú, ¿eres deportista?
Era muy deportista. Esquío desde los cuatro años y era una inquieta. Le daba al fútbol, al baseball, al volley, hacía ballet, jugaba a tenis… pero me empecé a luxar las rotulas y al final me tuvieron que operar en dos ocasiones de la rodilla izquierda. Eso, lamentablemente, me ha limitado bastante con el deporte (física y psicológicamente). Sigo esquiando y echando algún partido de padel (aunque no debería) con mis rodilleras de “robocop” y en casa tengo una máquina elíptica que procuro usar casi a diario. También bajo a hacer piscina y pilates. Pero me gustaría poder hacer más deporte. Por lo menos, ya que no puedo practicarlo tanto cómo quisiera, puedo dedicarme a hablar de ello.
Te hemos visto también hacer reportajes, ¿son idea tuya?
Somos un equipo. A veces propongo yo los temas y otras veces los proponen mis compañeros. Sólo llevo dos meses en Antena 3 Noticias y hasta el momento he estado con Beckham en Los Angeles, estuve con las chicas del Rayo cuándo jugaron el partido de ida de octavos de la Champions contra las Arsenal Ladies, con José Mercé y Sergio Ramos… Yo disfruto, sobre todo, en plató y con el directo, pero de vez en cuándo salir fuera no viene mal. De todo se aprende y todo suma. Los reportajes te permiten aportar cosas algo más personales.
¿Te ves también a pie de campo en el caso de que fuera necesario?
Si estuve tres temporadas a “pie de pit lane y paddock” … ¿porqué no a pie de campo? Si es necesario, ahí estaré. Pero insisto que dónde más disfruto es en el plató.
¿Cómo se pasa de entrevistar a Valentino Rossi a un ‘talk show’ como ‘El Diario’?
Es evidente que “El Diario” y “Las Noticias” (o las motos, o el tenis) son formatos muy diferentes aunque todos estos espacios son en directo. Con todos he aprendido y con todos he disfrutado. En mi paso por “El Diario” aprendí, sobretodo, a enfrentarme a situaciones imprevisibles. Creo que la primera entrevista que hice (hace casi diez años) fue a Bon Jovi. He podido entrevistar a muchos grandes de la música y del deporte. Pero las personas anónimas que visitaban el plató de “El Diario” merecían para mí el mismo respeto que los deportistas y artistas… ¡sólo faltaba! Me gusta escuchar a la gente.
¿Cómo fue entrevistar a David Beckham?
Fue una paliza de viaje. Un ida y vuelta que mereció la pena. A Beckham, sus compromisos comerciales le “obligaban” a ser correcto pero fue más que eso: un encanto, muy cercano, muy humano, simpático, agradable… Los Informativos de Antena 3 fuimos el único medio de España que le entrevistó. Me pareció muy campechano, me miraba a los ojos cuándo contestaba a mis preguntas, estaba relajado… fue más charla que entrevista. Eso sí, con 30 personas alrededor observándonos. Es un padrazo y un hijo muy orgulloso de sus padres. Viene de una familia normal y eso lo sigue llevando dentro por mucha fama o dinero que tenga. Lo intuí por lo que me contaba y por cómo hablaba, sobretodo, de sus pequeños. Se acuerda mucho de sus años en el Real Madrid y tuvo palabras cariñosas para todos (Florentino Pérez, Mourinho, Iker Casillas, la Roja… ¡hasta para Guardiola y el Barça!).
¿A quién te gustaría hacer una entrevista en profundidad?
Me gustaría entrevistar a Rafa Nadal. He hablado 50 días seguidos sobre él (Wimbledon y US OPEN 2010), pero nunca le he conocido. Creo que es un fuera de serie, un crack. Tiene un coco impresionante y un físico brutal. Además tuvimos la suerte de poder cantar su segunda victoria londinense y su primer triunfo en Flushing Meadows (era el único “grande” que no constaba en su palmarés).
Y de las que ya has hecho, ¿con quién te quedarías?
El roce hace el cariño. Algunos pilotos, para mí, eran ya más que compañeros de trabajo. Te preocupas por ellos y me sigue gustando saber cómo les va. De todas las entrevistas, quizás por decirte una, me quedaría con la primera que le hice a Valentino Rossi. Era un sábado de entrenamientos en Cheste. 2008, creo. Se acababa de fracturar dos dedos de la mano derecha y estaba en la Clínica Mobile con suero. Tenía la mano y el “corazón” destrozados. Ese domingo siguiente se perdería su primer Gran Premio en toda su carrera profesional. Aún así tuvo el detalle de dejarnos al cámara y a mí pasar al hospital rodante de los circuitos para hablar con él. ¡Otro crack!
¿Cómo ves a tu competencia en los deportes?
Admiro a todos mis compañero/as de profesión. Y procuro preocuparme y ocuparme de lo mío. Ahora mi objetivo es intentar hacer lo mejor que pueda mi trabajo, aprender, crecer y disfrutar. Me gusta que los presentadores/ comunicadores tengan su propia personalidad a la hora de “contar las noticias”. Y me gusta notar que la gente está disfrutando con su trabajo.
A nivel de chicas, María Escario y Olga Viza son para mí dos referentes. Dos profesionales cómo la copa de un pino a las que admiro mucho. Siempre han estado ahí a pesar de que ahora hay más mujeres en deportes. ¡Y ya era hora!
¿Y qué me dices de Sara Carbonero?
Morena, con ojazos (risas). Es una tía que es un bellezón y que hace bien su trabajo. Se nos ha comparado, pero somos muy distintas físicamente y lo único que tenemos en común es que trabajamos en noticias y a mediodía. No me molesta que me comparen con ella porque es bellísima y hace bien su trabajo. Pero ella es Sara y yo soy Ainhoa. Con los Manolos o con Jesús Álvarez, por ejemplo, no me comparan… (risas).
¿Cómo crees que te sentirías tú en su situación?
Desde fuera es fácil decirlo. Su situación, sobretodo durante el Mundial, fue complicada. Yo siempre la defendí. Es curioso que los que se pasaron con ella dos pueblos luego, cuándo nos llevamos la copa, la idolatraban. Está bien asesorada y creo que tiene la cabeza muy bien amueblada. Es joven y se dedica a lo que quiere. Creo que tiene más “pros” que “contras” y que debe aprovechar el tirón cómo lo está haciendo.
Has podido viajar por medio mundo. ¿Qué ciudad me recomendarías sin dudarlo?
Me quedo con Sidney. Me apasionó porque se vive para y por “la bahía de Jackson”. Paseaba por sus calles y todo me resultaba familiar. Nueva York, la ciudad que nunca descansa, me encanta para irme a vivir. San Francisco también está entre mis ciudades favoritas.
Me ha contado un pajarito que no conoces París…
(Risas) ¿Qué fuerte, eh? He viajado, prácticamente por todo el mundo, y no conozco Paris que está aquí al lado. De siempre me ha gustado viajar. Con nueve años mis padres ya me enviaban a Inglaterra a casa de “Los Chandlers” (mi familia inglesa). También estuve de intercambio en California (Carmel). Con mi familia procuramos montarnos un viaje distinto y original, cada verano. Iba a un colegio americano y siempre me he rodeado de gente de diferentes culturas y países y me atrae mucho descubrir “mundo”. Por cierto, no conozco Paris pero también tengo pendientes visitas a India, Argentina o África (sólo conozco Marruecos).
¿Y para ir con tu pareja?
Uff. Hay tantos. Y con la pareja disfrutas en cualquier momento y en cualquier lugar ¿no? Praga me gustó mucho. Es una ciudad de cuentos de hadas, muy romántica. A Londres procuro escaparme una vez al año (aunque sea sola) para ver musicales. Berlín o Lisboa también son ciudades para disfrutar en pareja, por ejemplo. En España me alucina, por supuesto, mi Barcelona y también, Menorca o Donosti.
¿Y con amigas?
Con amigas me iría a Las Vegas. He estado en dos ocasiones. Me escapé con dos buenos amigos de las motos y me lo pasé tan bien que enseguida pensé que era un buen lugar para repetir con las amigas. Además, cómo el Yosemite National Park o el Gran Cañón están cerquita se puede compaginar el relax y la naturaleza con el fiestón.
Estamos cenando en un restaurante de cocina de todo el mundo como es el Traveller Experience (Alfredo Marquerie, 14) ¿cuál es tu comida favorita?
Me quedo con las croquetas de mi madre y las perdices al chocolate de mi padre. Me apasiona la comida japonesa, el marisco o la caldereta de bogavante… Soy de buen comer. Es curioso porque puedo disfrutar con platos más atípicos cómo los sesos, los caracoles o las mollejas y, en cambio, no me gusta el tomate. ¡Y soy de Barcelona! (lo digo por el pà amb tomaquet… claro…- risas-). Y, por cierto, en este restaurante hemos cenado muy bien y nos han tratado genial. Gracias.
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