La docuserie muestra en esta entrega algunos de los acontecimientos más importantes que marcan la vida en la cultura calé
La vida es una auténtica celebración para los gitanos que aprovechan cualquier situación para estar unidos, celebrar y dar gracias por lo que tienen. El nacimiento o “alumbramiento”, el bautismo de mayores, la “llamada de la sangre” o las ceremonias de culto evangélico serán algunos de los acontecimientos que reflejará “Vida”, título de la nueva entrega de “Palabra de gitano” que Cuatro emitirá el domingo 3 de febrero (21:30h.).
El “bautismo de mayores” y el nacimiento
Óscar y Luisa llevan meses preparando lo que denominan “bautismo de mayores”, uno de los días más esperados en la vida de un gitano evangelista. “Las personas que se bautizan son gente con una edad considerada que tienen conciencia propia y no son como los niños”, explica Justo, uno de los pastores que va a bautizar a ocho personas en el río Arbucias de Gerona. Todos ellos, según Justo, deben reunir una serie de requisitos: “Ninguno de ellos fuma, en estos 8 o 9 meses a ninguno se le ha visto embriagado, nadie le ha visto en ningún jaleo ni ha hecho lo contrario a la palabra de Dios”.
“Palabra de gitano” también acompaña al matrimonio formado por Enrique y Saray en los días previos al nacimiento de su primer hijo varón que, para ellos, representa la continuación de la estirpe y la cultura gitana y la prevalencia del apellido. Horas después del “alumbramiento”, uno de los mayores de la familia realiza, en el mismo hospital, un ritual en el que, alzando al recién nacido, lo presentan ante Dios y la comunidad. Es lo que denominan los gitanos evangélicos la “presentación”.
La “llamada de la sangre” y la celebración del culto evangélico
Para explicar lo que los gitanos denominan “llamada de la sangre”, el programa presenta a Rocío, una joven gitana adoptada por payos que esperó hasta la mayoría de edad para buscar a su madre biológica. Educada por una familia paya, su sangre gitana le tiraba tanto que fue en busca de sus orígenes y ahora tiene claro cuál quiere que sea la educación de sus hijos: “Me encantaría que mis hijos se criaran con las culturas gitanas”.
La celebración del culto evangélico se ha convertido en el eje central de la vida de la mayoría de los gitanos y pertenecer al coro es uno de los mayores honores para un miembro de esta comunidad. En la Iglesia Evangélica de Orcasitas (Madrid), su agrupación coral se reúne tres veces por semana para ensayar. Yen, el pastor de esta Iglesia, explica por qué es tan importante la celebración de este culto para ellos: “la palabra de Dios ha hecho muy bien en todos los sentidos, nos ha educado mucho más de lo que estábamos y nos ha ayudado para integrarnos más en la sociedad. Al mismo tiempo ha traído mucha paz y mucha tranquilidad a las familias, ha liberado a muchos jóvenes de la droga y del vicio. (…) La fe produce vida, alegría, ganas de vivir, esfuerzo, anhelo y deseo. La palabra de Dios dice que es vida en sí misma”.
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