- En “Mallorca, en busca el tesoro”, Jesús Calleja y los buzos Óscar Espinasa y María March harán una inmersión a 60 metros de profundidad donde aumenta el riesgo de sufrir narcosis o síndrome de descomprensión
- Para su entrenamiento previo, el aventurero leonés ha buceado en la zona donde se encuentran otros pecios romanos, napoleónicos e incluso alrededor de un submarino español de los años 20
En 2001 un grupo de arqueólogos descubrió un barco griego del Siglo VI a.C. Este ha sido el último pecio -barco hundido- encontrado en las aguas de Mallorca. Ahora, más de una década después, Jesús Calleja y un equipo de buzos han sido testigos de un nuevo hallazgo arqueológico, el de un barco romano hundido hace 2.000 años con centenares de ánforas. Estas serán algunas de las imágenes que Cuatro ofrecerá en “Mallorca, en busca del tesoro”, título de la nueva entrega de “Desafío Extremo” que la cadena emitirá el domingo 6 de enero (21:30h.).
En Baleares se calcula que puede haber 2.000 pecios de todas las épocas ya que estas islas estaban en el centro de la ruta de la Península Ibérica. Pero la mayoría de estos pecios ya han sido expoliados, por lo que cuando los arqueólogos quieren hacer su investigación, se encuentran que han desaparecido las ánforas y los objetos que no están enterrados en la arena. En “Mallorca, en busca del tesoro”, Jesús Calleja, acompañado por los buzos Óscar Espinasa y María March, que ya participaron en otras inmersiones de “Desafío Extremo”, buscarán estos restos del naufragio en una zona a 60 metros de profundidad.
“Hasta los 45 metros de profundidad el buceo se considera recreativo, pero a partir de ahí cada metro aumenta el riesgo de sufrir narcosis y síndrome de descompresión, que pueden resultar fatales”, explica Jesús Calleja, “por lo que durante días me entrené con mis amigos Óscar Espinasa y María March. Para mí fue como aprender a bucear de nuevo. Todo tenía que ser muy preciso, cada movimiento, cada situación, ya no valía bucear a lo loco”, asegura el aventurero.
Para Jesús Calleja, además, este nuevo “Desafío Extremo” supone batir su récord personal de inmersión, para el cual se ha preparado buceando cerca de otros pecios romanos, napoleónicos e incluso en un submarino español construido en los años 20, mostrando además la historia de los actuales piratas del Mediterráneo y de los tesoros que saquean del fondo del mar.
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