- Por primera vez esta comunidad ha permitido un acceso sin precedentes a las cámaras de televisión para mostrar sus creencias y su forma de entender la vida a través de sus testimonios y experiencias
- Jacobo Eireos, director de “Palabra de gitano”: “A través de situaciones hasta ahora nunca vistas como una mediación entre patriarcas, el bautismo de mayores, la manera de afrontar la muerte o cómo se enamoran los jóvenes descubrimos un universo y unos personajes increíbles”
- Cada entrega del programa está articulada en torno a un concepto vital importante para esta comunidad: la pureza, la vida, el luto, el amor, la ley y el honor, la familia y la fiesta. Y a través de ellos se mostrará un amplio abanico de familias tradicionales y profesionales de éxito
- Junto a sus valores más arraigados, la docuserie también abordará algunos temas tabú en esta cultura, como el destierro, el repudio o la homosexualidad
- La primera edición de “Palabra de gitano” muestra los días previos a una boda gitana y la celebración, abordando desde el concepto de pureza desde la selección del vestido hasta la prueba del pañuelo
Conocer la cultura gitana más allá de los estereotipos y clichés forjados a lo largo del tiempo; dar voz a los miembros de su comunidad para que ellos mismos expliquen sus costumbres y tradiciones y compartir y sumergirse de lleno en su día a día, sus rituales y sus celebraciones para comprender sus valores más arraigados. Con estos objetivos nace “Palabra de gitano”, nueva docuserie que Cuatro estrenará el domingo 10 de febrero (21:30 horas)
Por primera vez esta comunidad ha permitido un acceso sin precedentes a unas cámaras de televisión para mostrar sus creencias y su forma de entender la vida. Para Jacobo Eireos, director de “Palabra de Gitano”, programa que Cuatro produce en colaboración con La Competencia, “esta docuserie es diferente a todo lo que se ha mostrado sobre las costumbres y la vida del pueblo gitano. A través de situaciones hasta ahora nunca vistas como la prueba del pañuelo, una mediación entre patriarcas, el bautismo de mayores, la manera de afrontar la muerte o cómo se enamoran los jóvenes, descubrimos un universo y unos personajes increíbles que habían tenido muy pocos minutos en televisión”
Pureza, amor, vida, luto, ley y honor, familia y fiesta: conceptos que articulan cada edición del programa
Una boda, un bautizo, una fiesta popular, un cumpleaños, la prueba del pañuelo o incluso una visita al cementerio son algunos de los eventos que servirán como punto de partida de cada entrega, que estará articulada en torno a un concepto vital importante para esta comunidad: la pureza, la vida, el luto, el amor, la ley y el honor, la familia y la fiesta.
De esta forma, la docuserie mostrará cómo se vive el amor y se forjan las relaciones sentimentales, con sus etapas de roneo, llegamiento y pedimento. También retratará a un amplio abanico de familias, desde las que mantienen intacta la tradición gitana hasta las que han adaptado su cultura a la sociedad actual, pasando por las familias mixtas y los “gitanos invisibles”, muchos de ellos profesionales de éxito en campos como la empresa o la abogacía y que siguen guardando las costumbres gitanas. Para celebrar la vida, el programa acompañará a un joven matrimonio en los días previos al nacimiento de su primer hijo varón, a su alumbramiento y a su presentación a la comunidad y a Dios.
También dará cuenta de la visión de esta cultura sobre la muerte, los entierros, el luto, el valor sagrado de los difuntos y el tránsito “a la otra vida”, será testigo de cómo los mayores administran justicia de acuerdo a lo que dictan sus costumbres y las leyes gitanas y reflejará la importancia de ciertas fiestas y celebraciones.
Pero además, junto a sus valores más arraigados, “Palabra de gitano” también abordará algunos temas tabú en esta cultura, como el destierro, el repudio o la homosexualidad y dará a conocer las funciones de figuras importantes en su organización social: los mediadores o “gitanos de razones”, conocidos popularmente como patriarcas, cuyo principal cometido consiste en interceder en los asuntos de la comunidad interpretando la ley tradicional; las jardineras o ajuntadoras, encargadas de ejecutar la prueba del pañuelo; o el bastonero, patriarca responsable de mantener el orden durante una boda, entre otros personajes.
La pureza representada por la prueba del pañuelo, en la primera entrega
“A todos ustedes se les ha reunido en este día para poder presenciar y opinar sobre la honra de una doncella de nuestro pueblo gitano. Con esto demostramos hoy en día que somos gitanos. Cuando se acabe esto yo no sé lo que seremos”. Se trata del discurso de un miembro del clan que acude a uno de los momentos más importantes de la vida de una joven gitana, la prueba del pañuelo, en el que la honra de toda una familia está en juego. “Honran al padre, a la madre, al abuelo, a los tíos, tías y a toda su familia. Que Dios les bendiga”, concluye.
Para explicar el concepto de la pureza, el programa recoge tanto los días previos como la celebración del casamiento de una chica gitana de 21 años llamada Inés y apodada “La Vaca” con su primer y único novio, Josan. Inés se enfrenta con nerviosismo a una prueba que tiene en vilo a toda su familia: la prueba del pañuelo. Por primera vez, una cámara asiste a un ritual ancestral en el que la ajuntadora, la mujer encargada de realizar la prueba, certifica la virginidad de Inés en un pañuelo honrando a toda su familia. “Estoy muy contenta y muy orgullosa por este oficio que tengo porque es por la ley gitana”, explica Paquita, la ajuntadora.
Para Olga, la madre de “La Vaca”, este día representa, junto al alumbramiento de su hija, el más bonito de su vida por todo lo que representa: “Las cosas marchan muy deprisa y avanzamos rápido gracias a Dios, pero la honradez la tendremos toda la vida”, cuenta.
“Nosotras no les obligamos para hacerse la prueba del pañuelo, se obligan ellas mismas porque es un honor”, asegura el padre de Inés. Además de los novios, en el programa concurren personajes como Reineta, la abuela de la novia, a la que el luto le impide asistir a la boda de su nieta; “El Vaca”, un gitano que ejerce de bastonero en la boda tratando de poner orden en la celebración; Susana y Fran, dos diseñadores especializados en vestidos para celebraciones gitanas; o el cura de la catedral de Huesca que oficia la boda católica en caló, la lengua de los gitanos.
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