Tu personaje se ha enfrentado a muchas cosas: la paternidad, el matrimonio, has afrontado de todo ¿Qué le queda a tu personaje por hacer?
Montar en globo (risas). Creo que ya nada más me pueden hacer (risas).
¿Cómo llevas el rodaje de esta temporada con Satán y esas tramas siniestras?
La verdad es que nos lo estamos pasando muy bien. Está siendo un rodaje muy divertido y con muchísima acción, está siendo muy diferente a otras temporadas.
Estamos muy contentos del resultado de lo que hemos hecho, de la apuesta que se ha hecho con esta nueva temporada. Después de cinco años este cambio creo que es saludable ya que para todos ha sido muy interesante, pero especialmente para mí por que han sido unos capítulos muy chulos, hacer de sargento de hierro de los becarios, darles un poco de cera… ¡Ha molado!
Dicen que nombrar al diablo da mala suerte ¿eres supersticioso en la vida real?
Yo creo que como todo el mundo, ¿no?, un poco. Tampoco hace falta estar ahí, nombrar tanto a Satán, y tanto a su comitiva, sobretodo hay respeto. Respeto y ya.
¿Ha pasado algo raro en el rodaje?
No, solo que un día todo lo que se había grabado desapareció. Cuando fueron a mirar las cintas estaban en blanco, una cámara no había grabado, pero bueno, supongo que fue porque un señor no le dio al botón o algo así (risas).
También hubo un incendio en el plató, pero pudo ser un accidente… Eso pasa cuando hacemos las escenas de más coña y nadie dice que es Satán, pero como nos estamos metiendo con el diablo, pues, claro…
Paco le dijo a Povedilla que había que mirar al miedo a los ojos ¿vamos a ver más valentía en el personaje o va a seguir en su línea?
No, la valentía fue en la secuencia del capítulo 110, donde Paco me ayudaba a superar mi miedos, pero Povedilla es Povedilla. En el fondo es muy valiente, aunque no lo parezca, y se ha enfrentado a cosas muy fuertes.
¿Pero en que ha cambiado en Povedilla, desde el becario que entra en San Antonio al policía actual?
Creo que el personaje va evolucionando, aunque también uno hace lo que le ponen en el guión, pero el personaje básicamente es el mismo.
Lo que pasa es que yo he tenido la suerte de que me han enfrentado por guión a cosas muy diferentes, a sucesos que no podía pensarse que Povedilla pudiera encararlos. Me han dado mucho juego en ese sentido, no es que haya cambiado el personaje, es el mismo.
En cambio la serie sí que ha cambiado esta temporada, estamos ahora uun poco más comedidos, pero vamos, Povedilla sigue estando ahí porque, para meter sus coñitas y sus cositas de humor.
Es decir, la serie era muy cómica y ahora es muy dramática ¿para ti qué es más cómodo de interpretar?
Para mí, lo mas bonito de esto es que he podido hacer las dos cosas y si algo he aprendido durante cinco años de serie como actor ha sido gracias a eso, a poder pasar de la comedia más tonta, más payasa, al drama más absoluto y eso, como actor ha sido maravilloso.
¿Qué que prefiero yo? Prefiero entretener, a veces se hace con el drama y a veces con la comedia, lo que esta claro, y eso cualquier actor lo dice y no es un tópico, es que hacer reír es mucho más difícil que hacer llorar, muchísimo más; hacer llorar con una buena musiquita, un buen plano corto, un ojito brillantito ya tienes al espectador. Pero hacer reír es muy complicado porque son muchas cosas, no es que el actor sea cómico o tenga bis cómica.
¿Qué tal con tus nuevos compañeros de la serie?
Muy bien, muy, muy bien, yo empecé a grabar la serie como un mes después de que empezara porque estaba rodando un a peli fuera y cuando llegué tenía como diez días para rodar tres capítulos seguidos, y prácticamente todas mis secuencias eran con los becarios, con los chicos nuevos. El cansancio que yo traía de la paliza que me metí en Bolivia.
Me hicieron olvidarme de todo, me transmitieron su pasión, son unos chavales que tienen unas ganas increíbles y te lo contagian, la verdad es que fue una experiencia, todo lo que he grabado con ellos. Siempre que están hay una energía positiva, en la grabación con gente joven, con ilusión, con ganas, y te la transmiten, además son actores maravillosos, con los que puedes jugar, con los que puedes aprender, estoy encantado con ellos.
¿Y con Goya Toledo y Benjamín Vicuña?
Con benjamín y con Goya he currado mucho menos, pero vamos, bien, con Benjamín un poquito más, alguna cervecita nos hemos tomando, para que te voy a engañar (risas), pero vamos, muy bien, se han unido al grupo y han encajado perfectamente. Creo que Deker está siendo uno de los personajes más aclamados y más interesantes.
¿Ahora estas centrado en la grabación de los capítulos o tienes algún otro proyecto?
Estamos centradísimos, porque no nos dejan ni respirar, porque echamos muchas horas, por que grabar una serie como ‘Los hombres de Paco’ siempre ha sido bastante duro, y te lo dice cualquiera. El propio Benjamín, que venía de hacer tele y cine en su país, porque es un actor muy, muy conocido allí, dice “el ritmo que tenéis aquí, no…”.
Es que no tiene nada que ver, es que para hacer una secuencia nos podemos tirar tres horas, para hacer una secuencia de a lo mejor una página, hay muchísimos planos, entonces no hay mucho tiempo libre para incorporarte a otras cosas, aunque a mí me dejaron hacer la película ‘También la lluvia’.
Hablanos de esa película «También la lluvia»
Hemos rodado la película en Bolivia con Icíar Bollaín, Luis Tosar, Gael García Bernal, Raúl Arévalo, Najwa Nimri… Cuenta la historia de un equipo de cine que viaja a Bolivia para grabar una película sobre Colón, en la que Tosar es el productor, Gael es el director… y cuando se llegan, la historia se mezcla con los sucesos ocurridos allí en 2002 en Cochabamba. Mi personaje es uno de los actores de la película que a su vez interpreta a Bartolomé de las Casas. Es una producción bastante potente y creo que se estrenará en octubre.
¿Después de tantas temporadas no te has cansado de tu personaje?
En absoluto, estoy encantadísimo. Cuando leí los primeros guiones de esta temporada y ví como empezaba mi personaje pensé: “¿pero cómo voy a hacer esto?” Y me dijeron “que si, que esto te lo ha mandado don Lorenzo y tú tienes que hacerlo. Lo vas a poder hacer”.
No me cansa por lo que te decía antes, me han dado la oportunidad de hacer tantas cosas diferentes. Hay un capítulo donde doy un concierto, me declaro a Rita, le pido que se case conmigo, y viajo a Paris en un solo episodio.
Me han dado la oportunidad de hacer tantas cosas: tener un hermano gemelo, me han puesto tetas, me han enterrado vivo, he sido padre, me han violado, es que es un abanico de casos como actor ha sido tan gratificante…, estoy encantado, adoro a Povedilla, me parece que va ser el personaje más carismático que haga en toda mi vida, el que más me va a aportar porque he aprendido a hacer de todo, me ha puesto a prueba cada día.
¿Y lo has pasado mal en algún momento del rodaje de esta temporada, de miedo, de tensión…?
Si, ha habido varias secuencias que han sido complicadas, pero ya a lo mejor al nivel de actor, a nivel de cosas de actores, de “¿a ver como hago esto?”, pero si ha habido secuencias fuertes, como una que tuve con el robot donde le hablo del miedo. Fue una secuencia emocionalmente difícil y lo pasas mal.
En el capítulo del perro, cuando se ve que me caigo, es verdad que me caí y me di un golpe en la rodilla… se me puso como una pelota y tuve que rodar dos horas más, prácticamente cojo. Lo del bastón tenía su coña.
En el rodaje del colegio del capítulo 110 ¿cómo fue?
Es el episodio en el que vamos al colegio del caníbal a investigar su pasado. El sitio realmente era un colegio de sordomudos abandonado, estar grabando ahí a las 3 de la mañana fue ‘muy agradable’, éramos solo cuatro o cinco actores, te ibas tu solo ahí a dar un paseito, muy bien, os recomiendo a todos, ir ahí, en Guadarrama, precioso (risas).
Ahí confesaste que llevabas siente meses mintiendo una cojera
Si, si, si, se lo he confesado ya a Win – E, porque con el robot siempre ha habido una amistad entrañable, pero a Paco no.
Carlos, ¿tú a qué tienes miedo?
A lo que tenemos miedo todos, a las enfermedades de la gente que quieres, que este mal tu familia, que este mal la gente, a que se acabe el trabajo, a pagar la hipoteca, a que no se acabe la crisis… en fin, el miedo de cualquier persona.
Si te refieres a fobias, así, los insectos no me dan buen rollo, pero tampoco nada especial, no me gustan los bichos nada.
Fotos de la entrevista (Cristina Bejarano)
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