Con una boda a la que todos se oponen, un nuevo personaje -un valiente soldado de pasado oscuro- y otro sinfín de intrigas palaciegas y eclesiásticas sin resolver cerraba el jueves pasado la temporada Águila Roja (TVE-1). Y lo hacía ante una nutrida media de 5.707.000 de espectadores (29,7% de cuota). Desde enero, sólo el fútbol ha sido capaz de hacer sombra a esta ficción ambientada en la España del siglo XVII.
A la vista de unos registros «tan satisfactorios y extraordinarios», en palabras de Daniel Écija, uno de los creadores de Águila Roja y presidente del Grupo Globomedia, las correrías del maestro de escuela Gonzalo de Montalvo, alias el justiciero Águila Roja saltarán al cine. «No será una versión larga de un capítulo, sino que tendrá entidad propia», explica el directivo. «La idea es que esté a la altura de lo que es una producción de cine, capaz de llenar el patio de butacas», añade.
La «mayoría de los actores», según Écija, estarán presentes en la película, que empezará a rodarse este verano aprovechando el final del rodaje de la tercera entrega de la serie, de la que ya llevan ocho capítulos grabados. Naturalmente, no podrán faltar ni el superhéroe Gonzalo (David Janer) ni su fiel criado y escudero, Satur (Javier Gutiérrez). Tampoco la hermosa Margarita (Inma Cuesta), la doncella de la marquesa (Carmen Aniorte) o la noble y astuta Lucrecia de Santillana (Myriam Gallego). Al elenco habitual se sumarán otros actores. Luis San Narciso, director de casting de la productora y artífice del reparto de Mar adentro, Los lunes al sol o Volver ya está a la caza de nuevos personajes.
La película de Águila Roja mezclará emoción con comedia, aventuras y sentimientos, y como telón de fondo tendrá «un gran conflicto histórico entre España, Portugal y Francia», declara Écija, que asegura que «será todo un ejercicio de imaginación». El presidente de Globomedia también apunta que el largometraje conservará «el tono épico y el tinte oriental» de la serie. No es extraño entonces que en muchas secuencias, el protagonista se defienda de sus enemigos a golpe de aikido, un arte marcial de origen japonés que permite protegerse sin armas de los adversarios. Gonzalo de Montalvo viajó en su juventud por Asia y de ahí sus conocimientos en las artes de combate orientales.
Así, Águila Roja seguirá sacudiéndose a los enemigos de encima, en plan ninja, en la versión cinematográfica, que abundará en los habituales recursos del género de capa y espada, pero contado de «manera contemporánea», dice Écija. Precisamente, uno de los hallazgos de la serie ha sido emplear un lenguaje actual. «Una licencia intencionada que cuenta con la complicidad del público», recuerda Écija.
El éxito en taquilla de Fuga de cerebros, una comedia de reparto televisivo (Mario Casas y Amaia Salamanca entre ellos), y dirigido por el no menos televisivo Fernando G. Molina (Los hombres de Paco) fue concluyente para trasladar Águila Roja de la pequeña a la gran pantalla.
En cuanto a quién dirigirá el filme, aún no hay un nombre claro, pero Écija deja caer que será uno de los dos realizadores de la serie de espadachines, un viejo sueño suyo que después de diez años rondándole en la cabeza se hizo realidad en febrero de 2009.
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