Te acabas de incorporar al programa después de tus vacaciones. ¿Cómo esta siendo esa vuelta a la realidad?
Por todo lo alto. Llegué y la pobre Patricia se había puesto mala, o sea que tuve que sustituirla. Así que pronto se me ha olvidad que hacía nada estaba de vacaciones. Ha ido todo bien, pese a que ha sido algo estresante.
Además, ya tienes mucha experiencia de sobra como conductora del programa. ¿Cuál fue tu reacción al saber que ibas a ser la presentadora de «Sé lo que hicisteis Verano»?
No me sorprendió mucho porque ya había presentado durante el invierno en alguna ocasión que Pati (Patricia Conde) no podía. Ricardo me daba algo de miedo, porque nunca había trabajado con él. Nos fuimos conociendo en el programa, porque fuera no teníamos tiempo y la relación fue buena. Me encanta el plató y las dos horas que estoy en él no se me hacen largas. Disfruto mucho con los directos porque descargo adrenalina y me dan energía.
Y después de trabajar con los dos, ¿con quién te quedas? ¿Ángel o Ricardo?
No sabría decirte. Con Ángel para algunas cosas y con Ricardo para otras. Aunque son dos personas muy parecidas, en pantalla son diferentes.
¿Te preocupaban más de las audiencias cuando estabas al frente del programa?
Aunque suene raro, nunca nos han preocupado demasiado. Como tenemos casi un seguro de vida por todo el tiempo que llevamos, no hay una rutina de seguir la audiencia. Además el verano no ha sido un buen momento, porque nos habían quitado las imágenes de Antena 3. Fue una etapa para pensar en contenidos nuevos y no en proponernos conseguir un dato determinado.
Esta temporada llegas con nueva sección. ¿Qué vamos a ver en ella?
Estamos un poco expectantes porque «Sé lo que hicisteis» es muy cambiante. En un principio la idea era hacer entrevistas pactadas y más cercanas que los típicos reportajes con un total; aunque no te puedo garantizar que un día no me veas en medio de una manifestación. Esto es así, nosotros llegamos por las mañanas y nos esperamos de todo. Me disfrazo tantas veces que cuando llego a casas no sé ni quién soy.
Después de un mes con formato renovado. ¿Qué valoración haces del nuevo «Sé lo que hicisteis»?
Positiva, aunque necesita tiempo para asentarse. En el fondo es el espíritu de siempre pero con ciertos cambios. Lo que está claro es que no podemos emitir imágenes de otras cadenas, la sección de Ángel tiene que modificarse. No nos cerramos a nada. No hay escaleta fija, si un día nos apetece hacer un musical, lo hacemos y si tenemos que ir por la calle con disfraces, también.
La popularidad te empezó a llegar con tu trabajo como reportera, ¿cómo recuerdas esa etapa?
Con cariño, pero también con estrés. Era demasiado movimiento. Un día me podía estar en Berlín y según me bajaba del avión, me iba a Ibiza sin pasar por casa. La parte positiva es que el equipo de reportajes es muy bueno y nos tomábamos esos viajes como excursiones de colegas. A nivel profesional me ha curtido muchísimo. Después de haber hecho todo eso, ahora me siento capaz de muchas más cosas.
Cuando asistes como invitada a un evento y te encuentras las celebrities que perseguías con el micro, ¿cómo es tu relación con ellas?
Hay de todo, pero en general es muy buena. Incluso me llegan a recordar alguna de las pregunstas que le hacía en los reportajes. Salvo en contadas ocasiones, he tenido mucha suerte con las personas a las que entrevistado. Estaban dispuestas a reírse, que en el fondo es lo que queremos en el programa.
¿Recuerdas algún personaje al que te hiciera especial ilusión entrevistar?
Un montón. Por ejemplo, a Tarantino y Brad Pitt en San Sebastián.
Te enfudaste en el famoso mono amarillo,¿no?
Sí, iba vestida de «Kill Bill». Lo más fuerte es que Brad ya se acordaba de mí del año pasado. Antes de que le hiciera la pregunta me dijo que ese estilismo me sentaba mejor que el de la anterior vez que nos vimos. En ese momento me quise morir, ya me podía ir a casa feliz para toda la vida.
¿Cómo es pasar de cubrir los photocalls a ahora posar como famosa?
Cuando los cubría, alguna vez hice doblete y tenía que posar. Me resulta extraño. En el fondo soy tímida y tantos flashes me agobian un poco, pero no tengo ningún problema.
¿Qué te parece Patricia Conde como nueva reportera?
Me hace mucha gracia. CUando anunciaban la llegada de otra reportera, pensé que iban a meter a una nueva chica y me encantó descubrir que era Pati. Aunque es algo puntual. A mí me gusta la idea porque ella tiene su lado cómico, no sé que opinará pero a mí me encantaría que se encargara de este tipo de encuestas.
Sé que te interesa mucho la interpretación. Entonces, ¿disfrutas mucho con los sketches?
Sí, me lo paso muy bien. Además, tenemos que improvisarlo casi todos, porque según interpretamos leemos lo que decimos sin antes haberlo preparado. Dani Mateo suele decir que somos como Pajares y Esteso haciendo un tipo de comedia extraña.
¿Cómo consigues salir de los ataques de risa que te entran?
Me entran muchos y no siempre salgo de todos. A veces no puedo parar y no cortamos porque estamos en directo. Hay veces que he estado en nuestro «Está pasando» haciendo de Carmen Lomana y no lo podía evitar. Además, miro a un lado y tengo a Ángel con peluca y en el otro, a Dani diciendo tontería y asi es imposible contenerse. Aunque da un poco igual, porque es un programa de humor y nos podemos permitir que nos entre la risa. Lo que suelo hacer es morderme los carrillos, que se me nota un montón, e intentar ponerme lo más seria posible.
Entonces en el plató hay el buen rollo que transmitís a los espectadores.
Sí, creo que es el secreto del programa. Además, eso ayuda a soltarse más a la hora de hacer el payaso. Son mis compañeros, pero los considero amigos. Con ellos me voy de compras, de cena o copas.
¿Con qué personajes de todos los parodiados te quedas?
Me encanta hacer de Lomana porque me cae muy bien, pero me quedo con uno que hice para un pequeño corto. Era una mezcla entre Betty la Fea y la niña de Shrek. Sobre todo porque fue la vez que más me caracterizaron. Salí con una peluca cutre, entrecejo, un diente negro y gafas de culo de vaso. Cuanto más me cambien físicamente, más disfruto.
Ahora tienes en mente hacer una comedia, ¿cómo llegas hasta este papel?
Fue muy fácil. Les encajaba para un personaje y me enviaron el guión. Lo leí y me gustó el proyecto. Falta todavía bastante tiempo porque está en la fase de preproducción.
Como futura actriz, valora Buried, la película que ha producido Miki Nadal.
Es espectacular. Me parece arriesgadídimo que un director haya llevado a cabo un proyecto de hora y media en el que el actor no sale de una caja y los planos son los mismos. Ha sido muy valiente. El buen cine nunca viene mal, esté Miki como productor o no.
¿Recomendable entonces?
Totalmente. Tenéis que ir a verla.
Una publicación te ha nombrado recientemente mejor comunicadora. ¿Cómo te sientes?
Me ha hecho mucha ilusión. Sobre todo en estos tiempos que parece que no hay comunicación, me gusta que me consideren buena comunicadora. En noviembre iré a recoger el galardón con todas mis ganas. Los premios siempre son agradecidos, aunque tampoco son necesarios para que seas consciente de que estás haciendo un buen trabajo.
¿Y lo de estar en las listas de las más deseadas?
Es gracioso. Ahí me doy cuenta del poder de la televisión. De repente todas somos maravillosas, más guapas y más altas. Se pone un programa de moda y crea esa especie de mitos. No viene mal que te digan que eres sexy, pero no es la imagen que vendo.
Centrándonos en la moda, siempre vas impecablemente vestida en el programa. ¿Mérito tuyo o del estilista?
Tenemos la gran suerte de contar con un estilista que capta rápidamente nuestro estilo y así no nos sentimos disfrazadas. Hay un muy buen equipo entre maquillaje, peluquería y estilismo. Además, no escatiman en nada.
Y cuanto te vistes tú, ¿cuáles son las claves de tu look?
Soy bastante cómoda. Mi estilo es urbano. En mi día a día me verás con jeans, camisetas con un toque rock y Converse. Eso sí, por la noche taconazo.
¿Te asesoran cuando acudes a un evento?
La mayoría de las veces opto por lo que a mí me gusta. Para ir más arreglada me encantan los vestidos Balmain, tiene ese punto rock que me encanta y también sexy.
Ahora vuelves a tener tus jornadas ocupadas con tanto trabajo, ¿qué te gusta hacer en tus días libres?
Lo primero no maquillarme, ya que a diario estoy muy bien maquillada y peinada. Intento descansar mucho y en cuanto tengo un hueco me escapo a ver el mar es lo que más me relaja. También disfrutar del sol y estar tumbada sin poner el despertador.
Por último, ¿cómo es la Berta que no nos muestran las cámaras?
Muy parecida a la que la gente ve. Soy una persona sin dobleces, espontánea y natural. Se percibe bastante bien mi personalidad en los trabajos que hago, obviamente no cuando imito a Lomana. Sí que me identifico con mis reportajes porque saco ese punto ácido y de humor negro que tengo, aunque no suelo desarrollarlo porque no va mucho con la línea del programa.
Revista: Must! Magazine
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