En el tercer capítulo de la primera temporada de Frágiles la serie contó con la colaboración especial de Diego Martín.
El médico de Ana propone al fisioterapeuta trasladarla a una clínica. Él tiene muy claro que quiere cuidar de ella, pero de la mano de Pilar recorre un camino lleno de dudas.
Finalmente, Pablo opta por cuidar él mismo a Ana. «Quiero que Ana esté presente en todo lo que me pase en esta casa«.
La crisis sufrida por Lola desvela que la caída por las escaleras le provocó un fibroblastoma que no había sido detectado hasta ese momento. Según el médico la forma más eficaz para eliminarlo es operar pero Lola se niega y acepta que Pablo la toque para evitar la cirugía.
Pese al interés que siente por Lola, la crisis sufrida por la joven le ha dado miedo y Nacho prefiere no verla más. «Siempre que te veo pasa algo y no veo a esto mucho futuro», le dice en la biblioteca.
Tras saber que Lola no quiere seguir tratándose porque Nacho la ha dejado, Pablo acude a la universidad para hablar con Nacho y pedirle que retome su amistad con Lola. «Si Lola está contenta para mí es mucho más fácil tratarla. No atreverse a hacer lo que uno quiere es la peor forma de vivir«.
Teresa sigue en su lucha por caminar cuando José vuelve a cruzarse en su camino. Pablo hace todo lo posible por prevenirla, pero todo apunta a que va a volver a caer en su trampa.
Cuando Pablo descubre que Teresa ha retirado los cargos contra José se lo recrimina a su paciente. No comprende su actitud pero la respuesta de Teresa le deja claro que sólo es su fisioterapeuta.
Tras retirar la denuncia contra José, éste regresa a casa. Pablo lo descubre y ofrece su ayuda pero Teresa la rechaza.
José ha regresado a la vida de Teresa. El sentimiento de culpabilidad la obliga a aceptarle en casa y a perdonar. «Creo que nos merecemos una oportunidad. Es hora de que sigamos adelante». Pablo no comprenderá la decisión de Teresa pero decide dejar a su paciente que haga lo que considere oportuno, aunque crea que se está equivocando.
Cuando José regresa a casa con la intención de retomar su relación con Teresa se encuentra con una desagradable sorpresa. La casa está vacía y Teresa se ha marchado.
Ulises, un paciente que posee una extraña enfermedad que le obliga a dormir la mayor parte del día, supone un gran reto para Pablo: tratarle dormido. Pablo buscará la manera de despertar a su paciente, en todos los sentidos.
Tras aceptar el reto de tratar a Ulises, Pablo establece una extraña relación con su paciente. Como Ulises siempre está dormido, Pablo y su paciente se dejan cada día notas para comunicarse, unas notas en las que cada vez se aprecia mayor complicidad.
A lo largo de las sesiones en casa de Ulises, Pablo descubre unas fotografías de una joven. Ulises le confiesa que es Eva, su ex mujer, de la que sigue enamorado. Aunque Ulises asegura que Eva conoce su enfermedad, ésta lo desconoce.
Tras conocer la historia de Ulises y Eva, Pablo decide hablar con su paciente. «Si quiero a alguien no me planteo las horas que me va a dedicar, simplemente las horas que tenga las quiero pasar con ella«, le dice el fisioterapeuta.
Tras hablar con Pablo, Ulises se reúne con su ex para contarle lo de su enfermedad. Sin embargo, Eva le sorprende con una noticia: va a ser madre. La noticia deja sin palabras a Ulises, que finalmente no se atreve a contarle su secreto.
Tras descubrir que su ex va a tener un hijo, Ulises se viene abajo. Al ver su reacción, Pablo decide presentarle a Ana y le dice que debe a aprovechar el tiempo que pasa despierto. «Sabes lo que daría yo por que estuviera despierta unos minutos al día«.
«La suerte se busca o se tiene. Supongo que depende de cada caso. Hay gente que tiene suerte, que tiene luz, estrella pero si les observas bien llegas a la conclusión de que se lo merecen que hacen tanto bien a la gente que les rodea que todo su alrededor suele ser positivo. Hay otra gente que puede parecer que siempre tiene mala suerte pero a veces la buena suerte sólo se puede ver viendo lo positivo que te deja la vida. Creo que lo importante no es si uno merece o no lo que tiene sino aprovecharlo todo, aprovechar todo lo bueno y todo lo malo que nos ofrece la vida. Yo por lo menos me esfuerzo en aprovechar todo lo que me ha dado porque si no lo hiciera no me lo perdonaría nunca.»
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