‘Buscando el Norte’ se estrenará este miércoles simultaneamente en Antena 3, Neox y Atreseries

Encabezado por Antonio Velázquez, Belén Cuesta y Manuel Burque.

Antena 3 estrena, este miércoles en prime time, ‘Buscando el Norte’, una comedia de contrastes que habla, en clave de humor, de la difícil situación de muchos españoles que han tenido que emigrar fuera de España en busca de un futuro mejor.

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El nuevo proyecto de Series Atresmedia, producido por Aparte Producciones para Antena 3, es una ficción coral que apuesta por nuevas caras de la comedia española. Antonio Velázquez, Belén Cuesta y Manuel Burque encabezan el reparto de esta serie de personajes que cuenta también con Silvia Alonso, Terele Pávez, Kimberley Tell, Bárbara Santa Cruz, Oscar Ladoire, Fele Martínez, Jorge Bosch, Luis Zahera, Elisa Mouliaá, Goizalde Nuñez, Ferrán Rañe, Gillian Apter, Jesús Carroza y Ana Goya en el reparto de la serie.

Una historia de contrastes

La serie arranca con la historia de Álex y Carol, dos hermanos que, hartos de la situación laboral en España, deciden emigrar a la ciudad europea de las oportunidades: Berlín. Su ilusión por realizar el sueño alemán pronto se convierte en una pesadilla cuando se dan cuenta de que han pasado de vivir por encima de sus posibilidades a vivir por debajo de ellas. Los dos hermanos serán el hilo conductor para conocer a otros españoles con distintas historias.

¿Qué pasa cuando dejas en España a tu novia pero conoces a la mujer de tu vida en Alemania? ¿O cuándo dejas tu vida y tu carrera por seguir a tu mujer y su gran oportunidad laboral? ¿Y cuándo te has visto obligado a dejar a tus hijos en España y te lo juegas todo a una carta para poder darles un futuro mejor?

El choque de culturas que ocasiona la convivencia entre personajes de diferentes procedencias y clases sociales es uno de los detonantes de esta comedia de contrastes que se vale de la picaresca para retratar la cruda realidad de la emigración. Un intento de reflejar, de una manera fehaciente y real, los avatares de una pandilla de emigrantes que tienen claro que cualquier tiempo pasado fue mejor y que recuerdan con nostalgia y con lágrimas en los ojos las croquetas de sus madres, la siesta, el aceite de oliva, y hasta las poco valoradas persianas.

La serie, rodada entre Madrid y Berlín, está basada en la película de éxito “Perdiendo el Norte” de Atresmedia Cine. El director de la cinta, Nacho García Velilla, consagrado también por otras comedias como “Fuera de Carta” o “Que se mueran los feos”, es el productor ejecutivo de la ficción.

Así arranca ‘Buscando el Norte’

Álex y Carol son dos hermanos que al darse cuenta de que el futuro no es como les habían prometido, deciden buscarse las castañas fuera de España. Muy mal se les tenía que dar para que, llevando la “Marca España” allende nuestras fronteras, alguno de los dos no acabara triunfando. Pero la realidad que se encuentran cuando llegan a Berlín es muy distinta a la que habían visto en los programas de españoles alrededor del mundo, y aunque tengan idiomas, carreras universitarias y vengan del primer mundo, en Alemania no dejan de ser emigrantes.

Aun así, por eso de que la adversidad une, y dada nuestra nula capacidad para los idiomas, los españoles tendemos a juntarnos de manera gregaria. Así es cómo Álex y Carol enseguida confraternizarán con un grupo de compatriotas con sus mismos problemas de integración y que coinciden todos en el “Pan y Vino”, un bar español regentado por su tío Marcelino.

‘Buscando el Norte’ contará el día a día de esta peculiar y ecléctica “familia”, que en ninguna otra circunstancia hubieran convivido, pero que se ve abocada a hacer piña ante una circunstancia común: todos salieron de su país para buscar una vida mejor, y han terminado viviendo las mismas penurias que sufre un mejicano en Los Ángeles, un pakistaní en Abu Dabi o un ecuatoriano en Madrid.

En los años sesenta del siglo pasado, miles de españoles emigraron a Alemania, con la esperanza de encontrar un futuro mejor, atraídos por la necesidad de mano de obra de lo que los economistas llamaron: “El milagro Alemán”. Desde hace años, el derrumbe de lo que los economistas llamaron “El milagro español” ha obligado a miles de españoles a emigrar a Alemania en busca, otra vez, de un futuro mejor.

La generación de españoles educada en democracia, con acceso a la información, a la tecnología y a las redes sociales, se ve ahora obligada a salir a buscarse la vida en Europa como hicieron sus abuelos, que sobrevivieron a una Guerra Civil, cincuenta años atrás. Nadie creyó nunca que en España la historia se iba a repetir de esta manera, aunque los tiempos hayan cambiado y en lugar de maletas de cartón los emigrantes lleven tabletas. Pero la situación laboral en España ha sido tan asfixiante que el centro de Europa vuelve a aparecer como El Dorado para muchísima gente que no ve ningún futuro en nuestro país. Miles de historias esperando a ser contadas, una realidad social de la que surge este proyecto y, con él, la intención de retratar una época y una generación, la llamada “generación perdida”.

Una serie coral

El nuevo proyecto de Series Atresmedia es una ficción coral que apuesta por nuevas caras de la comedia española. Si bien es cierto que la historia arranca con la llegada de Álex y Carol a Berlín -interpretados por Antonio Velázquez y Belén Cuesta-, pronto se encontrarán con el resto de personajes que irán adquiriendo similar o igual protagonismo: Manuel Burque, Silvia Alonso, Terele Pávez, Kimberley Tell, Bárbara Santa Cruz, Oscar Ladoire, Fele Martínez, Jorge Bosch, Luis Zahera, Elisa Mouliaá, Goizalde Nuñez, Ferrán Rañe, Gillian Apter, Jesús Carroza y Ana Goya componen el reparto de la serie.

Además, para este proyecto, Series Atresmedia ha querido contar con algunas caras menos conocidas del sector artístico español, en una apuesta por el talento de nuevos actores de la comedia de nuestro país.

Belén Cuesta es Carol Ruiz

“La botella medio llena”

Es la hermana pequeña de Alex y no dudó en acompañar a su hermano tras haber roto con su novia y, sobre todo, viendo el panorama laboral que le esperaba en España. Le gusta improvisar, es optimista por naturaleza y cree que cuando una puerta se cierra, una ventana se abre.

Carol acaba de obtener el título de diseñadora gráfica siendo de las mejores de su promoción. Ella se toma la emigración como una inmejorable ocasión de conocer otra cultura, de aprender otro idioma y de admirar lo bien que hacen las cosas en los países que “dominan el cotarro”. Pero esa idealizada e idílica visión, poco a poco, se irá modificando y acercándose a lo que es la cruda realidad. Cuando tienes que aprender a vivir a base de pan y pasta, a ducharte con agua fría, a ir andando a todos los sitios para ahorrarte el billete del metro o a cobrar cinco euros la hora, te das cuenta de que en España, tampoco se estaba tan mal.

En más de una ocasión, Carol se ha llegado a plantear lo de tirar la toalla. Sólo hay algo que le retiene en Berlín: Adela, su profesora de alemán.

Antonio Velázquez es Álex Ruiz

“La botella medio vacía”

Alex es enfermero y tenía su vida planificada. Una vida confortable en la que no existían grandes aventuras… hasta que la realidad le golpeó en la cara. Cuando la privatización del hospital público en el que trabajaba hizo que diera con sus huesos en el INEM, los problemas comenzaron a llegar. Con la prestación por desempleo agotada, con una novia “seiscien-eurista” y con una hipoteca que devolverle al banco, hacer las maletas y buscar soluciones pareció ser la única alternativa. Y la oportunidad le llegó cuando las autoridades alemanas decidieron buscar profesionales fuera. Las condiciones que le ofrecían parecían atractivas, por lo que hizo las maletas para comprobar qué era eso del “milagro alemán”. Y se llevó a Carol, su hermana pequeña.

Alex pronto descubrirá que lo de tener todo planificado está bien, pero si no se te cruzan por el camino los indeseables imprevistos. Y es que su vida se comenzó a llenar de imprevistos. Porque imprevisto era no poder encontrar un piso decente o descubrir que las condiciones de trabajo no eran las que le habían prometido o ver lo complicado que es llevar una relación a distancia.

Manuel Burque es Salva Clemente

“Constructor de castillos en el aire”

Salva es Ingeniero Técnico Industrial y posee un máster en energías renovables. Llegó a Alemania hace unos años pensando que esto de la “Fuga de cerebros” era como emigrar pero en clase bussines. Salva y Alex fueron compañeros en el instituto y cuando Alex baraja la posibilidad de irse fuera de España a buscarse la vida, éste se acuerda de aquel compañero de pupitre, soñador y un tanto fantasioso, que tiene como amigo en el Facebook y que no para de colgar en su muro las excelencias de la vida en Alemania.

Y es que el entusiasmo con el que Salva vendía la “aventura alemana” dejaba lugar a pocas dudas. Sueldos inmejorables, calidad de vida, alquileres asequibles, posibilidades de promoción, mujeres altas y rubias, cerveza buena y barata… Pocos días tuvieron que transcurrir en Alemania para que Alex se diera cuenta de que las cosas no eran ese cuento de Disney que le habían contado y así, recordó que Salva siempre fue un fantasioso y que una vez más la realidad superaba a la ficción.

Silvia Alonso es Adela Llamazares

“La joven hecha a sí misma”

Adela siempre fue una niña independiente. Hija única, necesitaba muy pocas cosas para entretenerse y para pasar las horas muertas jugando sola y hablando consigo misma. Pese a esa independencia, Adela siempre ha estado muy unida a su madre, quizás, porque cuando ella era muy pequeña, su padre las abandonó y no han vuelto a saber de él desde entonces. Adela trabaja como recepcionista en un hotel y eso le ha permitido poder vivir en Berlín de una manera cómoda durante estos años e incluso poder enviar dinero a su madre para ayudarla a pagar sus facturas. Adela imparte clases de alemán para españoles colaborando con una agencia que se dedica a asesorar y ayudar a emigrantes españoles que llegan a la capital alemana ávidos de encontrar oportunidades laborales. Ella, además de ayudarles con el idioma, les aconseja sobre cómo sobrevivir en un país y en una ciudad que conoce a la perfección por haber pasado por esa tesitura hace ya cinco años.

Gillian Apter es Anke Köhler

“Cuando yo digo que no, es que no”

Anke Köhler es bávara, de Múnich, y desde muy pequeña veraneaba con su familia en la bahía de Alcudia, en Mallorca, por lo que es una gran conocedora de lo hispano y una gran amante de lo ibérico. Por eso, cuando conoció a Marcelino, todo en él le sonaba familiar y no dudó, ni un momento, en comenzar con él un proyecto común Cuarenta años después, ambos mantienen intacto el amor que sentían el uno por el otro desde el primer día, pese a que cuando se juntan el carácter germánico de Anke con la indolencia latina de Marcelino, pueden llegar a saltar chispas y a hacer temblar hasta la puerta de Brandenburgo.

Kimberley Tell es Ulrike Köhler

“Pues yo no le veo el gracia”

Ulrike Ruiz tiene pertenece a una generación que, pese a tener raíces españolas, se han criado como alemanes, piensan como alemanes y pasean su malentendida superioridad como alemanes. Ulrike cree que la gente del sur de Europa somos unos vagos que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, que hemos chupado de los fondos europeos y de la teta alemana, y que deberíamos aprender mucho de la austeridad y capacidad de ahorro de los alemanes. Es cuadriculada, trabajadora, tiene un marcado carácter prusiano y muy poco sentido del humor.

Ferrán Rañe es Marcelino Ruiz

“Mi querida España”

Es un emigrante de setenta años, que hace casi cuarenta, decidió liarse la manta a la cabeza y trasladarse a Berlín. Después de sobrevivir como pudo, aprovechó la mano que tenía para la cocina y montó un restaurante de tapas. Con el tiempo, el “Pan y vino” se convirtió en un lugar de encuentro para los españoles que residen o que están de paso por la ciudad. Y es que entre tanto chucrut, y tanto codillo, algo como una tortilla de patata puede hacer llorar de emoción a un compatriota. Marcelino asiste con sorpresa a ver cómo una generación de españoles vuelve a Alemania cuarenta años después. Lo que no imaginaba es que entre ellos se encontraría con sus sobrinos.

Fele Martínez es Lucas Moreno

“Sí, cariño”

Lucas es el mejor ejemplo de que hay que tener cuidado con lo que se desea, porque se puede llegar a cumplir. Se sacó muy joven una oposición en el ayuntamiento con el firme deseo de tener una vida tranquila. El problema es que, una vez ha renunciado a su plaza para instalarse en Berlín siguiendo a Flor, su mujer, ha visto sus deseos colmados: tener la vida resuelta. En un país extranjero, en el que no conoce el idioma y en el que no puede relacionarse, y sin más ocupaciones que cuidar de su bebé y de su casa, Lucas empieza a darse cuenta de que Alemania para él no es más que una jaula de oro. Lucas pasa sus días entre el aburrimiento y el hastío, intentando retomar sus aficiones. Y es que el día no le da para más, esclavizado por la dura tarea de ser amo de casa. Pero, de momento, no le queda otra que resignarse a atender la casa y a su familia.

Bárbara Santa Cruz es Flor Trujillo

“Mujer del siglo XXI”

Flor ha luchado mucho toda su vida para llegar a su status laboral. Estudió ingeniería industrial y consiguió un puestazo en Berlín en una multinacional del sector de la automoción: era el trampolín que su carrera necesitaba.

Flor se ha hecho al entorno alemán, a su mentalidad y a su forma de trabajar. Se maneja en alemán y se pasa el día elogiando el modo de vida germano, sus servicios, su seriedad y su fiabilidad. Lucas, por su parte, empieza a estar un poco harto de las continuas comparaciones: lo que vale para un coche no debería valer para un país.

Jorge Bosch y Goizalde Nuñez son Jaime Carrasco y Chus Soto

“Yo, por mis hijos, mato”

Jaime y Chus son un fiel reflejo de la mella que la crisis ha hecho con la clase media en España. Padres de dos hijos de doce y ocho años, Jaime trabajaba como transportista haciendo portes todo el día de un lado para otro y Chus era cajera en un supermercado, echando más horas que un reloj. Hartos de sus intempestivos horarios y de sus esmirriados salarios, decidieron dar un giro laboral para montar su propio negocio, convertirse en sus propios jefes y marcarse sus propios objetivos. Con el dinero que tenían ahorrado y el que pidieron al banco y a los más allegados, montaron una pequeña tienda de alimentación en un barrio emergente de reciente creación. Se convirtieron en emprendedores en un momento en el que había que nadar sabiendo guardar la ropa.

Cuando se desinfló la burbuja inmobiliaria quedó al descubierto lo arriesgado del proyecto y se vieron, con su flamante y recién inaugurada tienda de alimentación ubicada en un barrio fantasma lleno de solares vacíos y pisos a medio construir. Agobiados por las deudas, y sin posibilidad de encontrar trabajo, Alemania se les presentaba como la última oportunidad de reciclarse y reconducir sus asfixiantes vidas. Primero fue Jaime el que emprendió la aventura y luego, le siguió Chus. Tres meses tenían para encontrar un trabajo y poder hacer frente a las deudas, antes de que la amenaza de un desahucio convirtiera su traumática situación en una verdadera pesadilla. Sin conocer el idioma, sin contactos y con la espada de Damocles sobre sus cabezas, Chus y Jaime serán capaces de hacer cualquier cosa antes de que se agote su cuenta atrás. Y cualquier cosa es cualquier cosa.

Elisa Mouliaá es Manuela Nogués

“Esto no es lo que parece”

Es la novia de Alex desde hace ocho años. Desde que se conocieron, se dieron cuenta de que estaban hechos el uno para el otro. A ella le gustaba tener todo controlado y la vida planificada. Todo iba bien y encaminado hacia una boda por la iglesia y con doscientos invitados hasta que Alex dio con sus huesos en la cola del INEM y el escuálido sueldo que recibía Manuela trabajando como esteticién no daba para pagar la letra del piso. Así que, a Alex no le quedó otra que seguir esa larga estela de jóvenes españoles que se han visto obligados a buscar “el Dorado” en el centro de Europa. Ambos estaban convencidos de que era la única solución y de que su amor era tan fuerte como para soportar un paréntesis migratorio de dos años.

Jesús Carroza es Arturo Aragonés

“Ojos que no ven…”

Alex y Arturo se conocen desde que eran críos y son amigos de toda la vida. Por eso cuando Alex le comunicó su decisión de marcharse, a Arturo se le vino el mundo encima. Su amigo, su confesor, su compañero de fatigas se iba a casi tres mil kilómetros de distancia. Una vez que consiguió rehacerse del varapalo, Arturo se comprometió, en su ausencia, a cuidar de su novia con el celo y el empeño que su amistad merecía, pese a que su relación con Manuela siempre ha dejado mucho que desear. Arturo se convierte, de esta manera, en el pañuelo en el que secan sus lágrimas Alex y Manuela, cada uno por su lado, ya que para ellos, eso de tener que llevar una relación a distancia, cada vez se les hace más cuesta arriba.

Luis Zahera es Roberto Llamazares

“A buenas horas…”

El tipo de padre que ningún hijo querría tener. Desde que Adela nació, él optó por una total e irresponsable dejación de funciones y se largó utilizando la peregrina excusa de que no estaba preparado. Sin ningún tipo de formación, comenzó a trabajar desde muy joven en la construcción. Y lo que ganaba se lo gastaba en juergas, caprichos, tonterías… Es el típico caradura, embaucador y con mucho don de gentes. La madurez tardó mucho en aparecer y el dinero muy poco en acabarse. Fruto de una de sus esporádicas relaciones sentimentales nació Adela. Roberto, que le había prometido amor eterno a su madre, pronto salió huyendo agobiado por la responsabilidad. Tras años dando tumbos se acordó de que tenía una hija, una hija que tenía su vida montada en Alemania y a la que podía agarrarse como a un clavo ardiendo. De cara a Adela era un intento de pedir perdón y de recuperar el tiempo perdido, pero en realidad se trataba de era una manera como otra cualquiera de enmascarar que, en realidad, no tenía dónde caerse muerto.

Ficha técnica

  • Producido por Aparte Producciones para Antena3
  • Productores Ejecutivos: Antonio Sánchez Nacho G. Velilla
  • Directores: Antonio Sánchez Oriol Ferrer Javier F. Luna
  • Guionistas: Oriol Capel David S. Olivas Jorge Anes Marina Pérez Luis Fabra Natalia Durán Daniel Monedero
  • Directora de Producción: Carmen Sánchez
  • Directores de Fotografía: Teo Delgado, David Azcano
  • Sonido: Óscar Barros
  • Figurinista: Esther Terrón
  • Maquillaje: Sylvie Imbert
  • Peluquería: Pablo Morillas
  • Montadores: Vanessa Marimbert Manuel Rodríguez
  • Música: Juanjo Javierre

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